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miércoles, 4 de junio de 2014

Senderismo en Carratraca: Sierra de Aguas.

La zona oeste de Carratraca (hermana de la zona Este, Alcaparaín) tiene una enorme complejidad geológica, determinante en la configuración de un paisaje espectacular. Además, hay que tener en cuenta las peculiaridades climáticas del entorno.

Sierra de Baños y al fondo el altiplano de Guadalteba.
Carratraca se sitúa en la falda de la Sierra de Baños, que se extiende hacia el norte, y al oeste se sitúa la Sierra de Aguas, entre las que se sitúa una cañada recorrida por los arroyos de Las vacas y Los Pradillos, ambos que vierten hacia el Arroyo de las Cañas, que discurre en busca de los llanos de Pizarra y el Guadalhorce.


Desde Carratraca hacia el Sur. La Sierra de Aguas y al fondo la Sierra de Mijas.
La Sierra de Baños es muy peculiar geológicamente. En ella contactan dos unidades geológicas diferentes, el complejo dorsaliano, representado por mármoles blancos sacaroideos (similares a los de Sierra de Mijas, quizás ahora entendáis un poco mejor porqué esta zona quedó fuera del PN Sierra de las Nieves) y el complejo alpujárride, representado por materiales esquistosos (gneises bandeados con cuarcita). Los mármoles sacaroideos tienen un gran rendimiento en acuíferos, mientras que los neises son más impermeables.

Zonas de escasa vegetación, retamares, que deberían estar ocupadas por alcornoques, coscojas, enebros...

Los pinares de reforestación cubren amplias zonas de la sierra.
La Sierra de Aguas se conforma en su mayor parte por rocas ultrabásicas, pertenecientes al gran plutón peridotítico malagueño, que por lo común se asocia a materiales alpujárrides. Estas peridotitas aparecen muy metamorfizadas y alteradas (Lerzolita, Harzburgita y dunita piroxénica) rocas oscuras en superficie por la alteración y verdes en el interior. Estas rocas son ricas en metales y se asocian a recristalizaciones, entre ellas de azufre, que otorga un olor característico a las fuentes y sabor amargo a las aguas.

Los retamares se apoderan d elos cultivos de secano muchas veces abandonados, como los almendros. Al fondo Alcaparaín.
Simplificando muchísimo lo que ocurre, podemos entender que los mármoles sacaroideos infiltran el agua, que contacta con los gneises y las rocas ultrabásicas, alterando su composición y diluyendo metales y azufre. En el propio municipio de Carratraca existe una fuente amarga, con uso medicinal, que confiere un característico olor a todo el barrio. Otras fuentes son de aguas “dulces”, ricas en carbonatos.

Esta complejidad geológica tiene unas consecuencias fundamentales sobre la vegetación. Tanto mármoles sacaroideos como rocas ultrabásicas son desviantes para la vegetación y sobre ellas se desarrollan comunidades vegetales diferentes a las que cabría esperar en relación al clima.

Molinos de Viento en Sierra de Aguas, víctima de la burbuja de las renovables. Un impacto visual inmenso.
Sobre los mármoles sacaroideos que hacen cumbre a los 729 metros deberían crecer encinares con una vegetación rica en endemismos, semejante a la que aparece en Sierra de Mijas.

Sobre las rocas ultrabásicas (peridotitas y afines) debería aparecer una comunidad autóctona de pino resinero (Pinus pinaster).

Sobre los materiales esquistosos y los gneises debería aparecer un alcornocal.


Adicionalmente, en los ricos, aparecería una comunidad autóctona de pino carrasco (Pinus halepensis) y de sabinas (Juniperus thurifera).

Todas estas comunidades en su mayoría han sido desplazadas por cultivos de secano, por la tala, los incendios, y han sido sustituidas mayoritariamente por reforestaciones de pino carrasco.

Los pinos dejan entrever Alcaparaín, la sierra hermana de Aguas que también presenta los codiciados mármoles sacaroideos.

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